domingo, 19 de octubre de 2008

Seguridad mató a confianza...O confianza mató a seguridad?

Ahora que vuelvo a sacar tiempo para escribir creo que no podría hacerlo sobre algo distinto a la coyuntura financiera actual. O quizá si podría hacerlo, pero el hecho de no poder desligar esta crisis de cualquier otro suceso, de no lograr obtener información distinta por parte de los medios, y de no tener escritos sobre un tema diferente me ha llevado a contribuir al circo mediático.

En mi condición amateur, he tratado de manifestar mis pensamientos de manera distinta y para eso, esta vez quise utilizar un popular dicho colombiano.

Y es que si por algo nos caracterizamos los colombianos es por lo dichos populares que abundan en nuestra cultura y procuran explicar cada situación. El presidente Uribe, como buen colombiano, buen paisa, y buen culebrero no ha dudado en incluir muchos de ellos en sus discurso político, y yo, considerándome una persona muy flexible pero ante todo muy colombiano decidí utilizar uno bastante conocido para comentar esta crisis.

Es necesario decir que la única seguridad que no ha matado a confianza, entre las que conozco, es la propuesta por el presidente Uribe (por favor no me tilden de uribista). El plan de 25 puntos que presentó para ser elegido y reelegido (y aunque muchos de esos puntos aún no se cumplen) incluyó como bandera una política de seguridad democrática que contrario a matar la confianza, ha revivido el apetito de los inversionistas extranjeros por invertir en el país hasta el punto de convertirse en la segunda fuente más importante de ingresos de Colombia y sin duda en un importante protagonista del crecimiento de los últimos años.

Sin embargo, mientras en Colombia se procuraba estimular la confianza, en otros lugares esta confianza era asesinada por la seguridad que reconocidos personajes tenían en la autorregulación del mercado financiero. O mejor, la seguridad del sistema financiero era exterminada por la confianza de importantes gestores del mismo en la autorregulación de este mercado…Uds deciden! Finalmente ambas concluyen lo mismo: Al llegar la actual crisis murió la confianza.

Mientras su presencia devolvió al país niveles enormes de inversión extranjera, que llevó el dólar hasta los $1700, convirtió a DMG en multinacional, y le dio casa a tanta gente (al menos por unos meses); su ausencia ha llevado a las bolsas de valores a un profundo abismo, ha limitado los créditos interbancarios, productivos, y de consumo, y ha llevado al mundo a temer una recesión casi generalizada.

Esta crisis ha tenido incluso matices diferentes y ha despertado muertos políticos (como el señor Gordon Brown), ha puesto de acuerdo a demócratas y republicanos, ha maquilla a los capitalistas con colores socialistas, ha convertido a héroes y genios en villanos (el más buscado Alan Greenspan), ha revitalizado la industria pesquera (ahora Islandia tendrá que dedicarse de nuevo a su otrora principal actividad), ha catapultado afroamericanos a la presidencia de EU, y ha permitido que ahora países se vendan en eBay.

No sabemos cuanto pueda durar la crisis. Sin duda sus efectos serán duraderos (y algunos permanentes), y su único crimen no será el exterminio de la confianza.

Hoy solo espero que la confianza que hoy escasea no salga por mucho tiempo de Colombia, que siga soportando nuestro crecimiento y de paso no afecte mucho a nuestra multinacional colombiana. Después de todo, como afirma su fundador y el polémico abogado De la Espriella, ese es un negocio de confianza…ojalá no los mate su seguridad!