Era viernes y el día anterior había bebido cerveza hasta altas horas de la madrugada gracias a la victoria de Alemania contra el favorito, Portugal (tema que abordare en mi próximo post). Mi viaje hacia Bruselas implicaba un trasbordo en Colonia y casi 6 horas en tren. La semana de trabajo y las pocas horas de sueño no me permitían estar concentrado.
Mi intriga por conocer como era la frontera entre ambos países me impedía cerrar mis ojos, pero los factores anteriormente mencionados confluyeron para que permanecer despierto en el tren de Colonia a Bruselas se hiciera casi imposible.
Quería ver como cambiaba el panorama, como era el aviso de “Bienvenido a Bélgica”, y como podría reconocer que estaba en otro país. Sin embargo, no fue posible identificarlo, no solo por que el agotamiento pudo más que mi voluntad, si no también por que no existe tal cosa...al menos no es visible desde el tren.
La única señal que me permitió reconocer que estaba en un país diferente, fue el sonido ensordecedor y simultáneo de decenas de celulares de los pasajeros del tren (incluyendo el mío por supuesto) recibiendo mensajes de texto de su operador, dándole la bienvenida al nuevo país y actualizando las tarifas de servicios.
No verificaron mi pasaporte, no tuve que llenar tarjeta de llegada, no tuve que esperar turno en la aduana, y no tuve que hacer una fila diferente por ser colombiano (ninguna de estas cosas sucedió siquiera en mi entrada a Europa a finales de Abril)...díganme Uds. si eso es una tierra plana.
No se si es plana, pero sin duda ofrece la mismas posibilidades a personas de Polonia y Alemania, de Francia y Republica Checa (sin afirmar que todo es perfecto en esta unión de países). Permite a países como Irlanda, cuya historia estuvo plagada de hambrunas, pobreza y emigraciones, ser un modelo de desarrollo para cualquier economía en el mundo (paradójicamente hace pocas semanas, Irlanda se opuso al establecimiento de algo así como una carta magna para la UE, poniendo un obstáculo al modelo que lo ha ayudado a ser una de las economías que mas rápido ha crecido en los últimos 20 años; Afirmando, en susurros por mantener la cordura, que eso llevaría a que su país se llenara de pobreza de los demás países de la UE). Y me permite a mí, un colombiano, viajar con las mismas comodidades que un ciudadano europeo, y sin restricción alguna para mi desplazamiento de un país a otro...esto no hubiese sucedido décadas atrás.
No quiero imaginarme a Sudamérica así, seria demasiado tentador y absolutamente llamativo retomar la idea de conocer esas tierras (aunque ayer me entere que en una cumbre de Mercosur a realizarse la semana próxima, se oficializara el permiso para los países asociados al Mercosur de cruzar fronteras únicamente con su identificación...sin pasaporte!). Sera que los Andes se están aplanando? Sera que aprenderemos a olvidar las barreras políticas para poder competir en una economía global?
Este tipo de experiencias me hacen pensar que Thomas Friedman esta en lo cierto. Que no hay mayor verdad que lo que afirma en su libro. Que la Tierra si es plana.
Pero mientras en unos lugares abrimos fronteras, en otros no solo se cierran sino que se levantan muros de concreto. Hace pocos días el ministro israelí de Defensa, ordeno el cierre de todos los cruces fronterizos por los que se introducen productos en la franja de Gaza en respuesta a los ataques con cohetes contra Israel; Entre México y USA se sigue construyendo una barrera de cientos de kilómetros, En el norte de África aun existe el muro divisorio que separa territorio español, y en Chipre su capital aun permanece dividida por una muralla.
Por eso, por momentos pienso que si Thomas Friedman afirma que la tierra es plana, es quizá por que se ha concentrado tanto en las economías que actualmente son protagonistas que no ha tenido la posibilidad de viajar por tierra desde Medellín a la costa Atlántica y encontrarse con los abismos en Ventanas, que no ha tenido la posibilidad de subir en metrocable a Santo Domingo, o quizá por que la subida a la Popa no ha sido un destino suyo aun.
Esto me hace pensar que quizá el este equivocado, que la tierra no es plana. Y no en términos geográficos...eso lo sabemos todos. No es plana por que todavía considero que hace falta mas aplanamiento, mas colaboración y conexión en y entre muchas de las economías mundiales.
La tierra no es plana en Ventanas por que todavía podemos ver jóvenes de 15 años que por no tener la misma oportunidad de acceso a la educación que yo, dedican su tiempo a lavar camiones con rumbo a los puertos de Colombia. La tierra tampoco es plana en Santo Domingo Savio por que las personas de este sector aun no tienen acceso a la misma red de comunicaciones y servicios que tenemos los demás habitantes de la ciudad (aunque tengo que reconocer que este es un ejemplo de como puede aplanar la tierra un proyecto integral de oportunidades para una población. Hoy Santo Domingo Savio, un barrio que hace unos años era intransitable, es un destino turístico obligado para los visitantes de mi ciudad. Su gente ha generado riqueza alrededor de esos proyectos). Y la tierra tampoco es plana en la Popa, donde la falta de oportunidades y presencia del Estado ha llevado a este sector a plagarse de violencia y extrema pobreza (allí también se están desarrollando proyectos de desarrollo para beneficio de los habitantes del sector, de la ciudad, y de los turistas de Cartagena). Infortunadamente podríamos seguir citando casos similares...
No pretendo dejar sensación de nostalgia. así como no todo es perfecto en Colombia, tampoco todo es perfecto en la UE.
Con este post solo pretendo, como siempre, compartir mis impresiones sobre esta “Tierra Plana”, procurar construir con uds unas ideas mas organizadas en mi cabeza, y certificar que aun falta mucho por hacer en nuestro país y que nosotros, los individuos, somos los responsables de hacerlo.
Como dice el proverbio africano, como afirma Thomas Friedman en su libro, y como cita Pipe Bonilla en su blog: “...no importa si eres león o gacela. Cuando salga el sol mas te vale empezar a correr”.
El sol ya salio y creo firmemente que nosotros (Colombia y Latino America) somos gacelas. De lo que no estoy seguro es si ya empezamos a correr...
Pd. Para muchos ser Colombiano podría ser motivo de vergüenza o de mala suerte. Para mi es motivo de orgullo y esperanza...y quizá de buena serte!
Comprando el tiquete de vuelta a Bielefeld me atendió un Belga muy amable que, hablando español, me permitió viajar en primera clase por el mismo precio, solo por ser Colombiano. Buena suerte? Mala suerte? Quien sabe...
Mi intriga por conocer como era la frontera entre ambos países me impedía cerrar mis ojos, pero los factores anteriormente mencionados confluyeron para que permanecer despierto en el tren de Colonia a Bruselas se hiciera casi imposible.
Quería ver como cambiaba el panorama, como era el aviso de “Bienvenido a Bélgica”, y como podría reconocer que estaba en otro país. Sin embargo, no fue posible identificarlo, no solo por que el agotamiento pudo más que mi voluntad, si no también por que no existe tal cosa...al menos no es visible desde el tren.
La única señal que me permitió reconocer que estaba en un país diferente, fue el sonido ensordecedor y simultáneo de decenas de celulares de los pasajeros del tren (incluyendo el mío por supuesto) recibiendo mensajes de texto de su operador, dándole la bienvenida al nuevo país y actualizando las tarifas de servicios.
No verificaron mi pasaporte, no tuve que llenar tarjeta de llegada, no tuve que esperar turno en la aduana, y no tuve que hacer una fila diferente por ser colombiano (ninguna de estas cosas sucedió siquiera en mi entrada a Europa a finales de Abril)...díganme Uds. si eso es una tierra plana.
No se si es plana, pero sin duda ofrece la mismas posibilidades a personas de Polonia y Alemania, de Francia y Republica Checa (sin afirmar que todo es perfecto en esta unión de países). Permite a países como Irlanda, cuya historia estuvo plagada de hambrunas, pobreza y emigraciones, ser un modelo de desarrollo para cualquier economía en el mundo (paradójicamente hace pocas semanas, Irlanda se opuso al establecimiento de algo así como una carta magna para la UE, poniendo un obstáculo al modelo que lo ha ayudado a ser una de las economías que mas rápido ha crecido en los últimos 20 años; Afirmando, en susurros por mantener la cordura, que eso llevaría a que su país se llenara de pobreza de los demás países de la UE). Y me permite a mí, un colombiano, viajar con las mismas comodidades que un ciudadano europeo, y sin restricción alguna para mi desplazamiento de un país a otro...esto no hubiese sucedido décadas atrás.
No quiero imaginarme a Sudamérica así, seria demasiado tentador y absolutamente llamativo retomar la idea de conocer esas tierras (aunque ayer me entere que en una cumbre de Mercosur a realizarse la semana próxima, se oficializara el permiso para los países asociados al Mercosur de cruzar fronteras únicamente con su identificación...sin pasaporte!). Sera que los Andes se están aplanando? Sera que aprenderemos a olvidar las barreras políticas para poder competir en una economía global?
Este tipo de experiencias me hacen pensar que Thomas Friedman esta en lo cierto. Que no hay mayor verdad que lo que afirma en su libro. Que la Tierra si es plana.
Pero mientras en unos lugares abrimos fronteras, en otros no solo se cierran sino que se levantan muros de concreto. Hace pocos días el ministro israelí de Defensa, ordeno el cierre de todos los cruces fronterizos por los que se introducen productos en la franja de Gaza en respuesta a los ataques con cohetes contra Israel; Entre México y USA se sigue construyendo una barrera de cientos de kilómetros, En el norte de África aun existe el muro divisorio que separa territorio español, y en Chipre su capital aun permanece dividida por una muralla.
Por eso, por momentos pienso que si Thomas Friedman afirma que la tierra es plana, es quizá por que se ha concentrado tanto en las economías que actualmente son protagonistas que no ha tenido la posibilidad de viajar por tierra desde Medellín a la costa Atlántica y encontrarse con los abismos en Ventanas, que no ha tenido la posibilidad de subir en metrocable a Santo Domingo, o quizá por que la subida a la Popa no ha sido un destino suyo aun.
Esto me hace pensar que quizá el este equivocado, que la tierra no es plana. Y no en términos geográficos...eso lo sabemos todos. No es plana por que todavía considero que hace falta mas aplanamiento, mas colaboración y conexión en y entre muchas de las economías mundiales.
La tierra no es plana en Ventanas por que todavía podemos ver jóvenes de 15 años que por no tener la misma oportunidad de acceso a la educación que yo, dedican su tiempo a lavar camiones con rumbo a los puertos de Colombia. La tierra tampoco es plana en Santo Domingo Savio por que las personas de este sector aun no tienen acceso a la misma red de comunicaciones y servicios que tenemos los demás habitantes de la ciudad (aunque tengo que reconocer que este es un ejemplo de como puede aplanar la tierra un proyecto integral de oportunidades para una población. Hoy Santo Domingo Savio, un barrio que hace unos años era intransitable, es un destino turístico obligado para los visitantes de mi ciudad. Su gente ha generado riqueza alrededor de esos proyectos). Y la tierra tampoco es plana en la Popa, donde la falta de oportunidades y presencia del Estado ha llevado a este sector a plagarse de violencia y extrema pobreza (allí también se están desarrollando proyectos de desarrollo para beneficio de los habitantes del sector, de la ciudad, y de los turistas de Cartagena). Infortunadamente podríamos seguir citando casos similares...
No pretendo dejar sensación de nostalgia. así como no todo es perfecto en Colombia, tampoco todo es perfecto en la UE.
Con este post solo pretendo, como siempre, compartir mis impresiones sobre esta “Tierra Plana”, procurar construir con uds unas ideas mas organizadas en mi cabeza, y certificar que aun falta mucho por hacer en nuestro país y que nosotros, los individuos, somos los responsables de hacerlo.
Como dice el proverbio africano, como afirma Thomas Friedman en su libro, y como cita Pipe Bonilla en su blog: “...no importa si eres león o gacela. Cuando salga el sol mas te vale empezar a correr”.
El sol ya salio y creo firmemente que nosotros (Colombia y Latino America) somos gacelas. De lo que no estoy seguro es si ya empezamos a correr...
Pd. Para muchos ser Colombiano podría ser motivo de vergüenza o de mala suerte. Para mi es motivo de orgullo y esperanza...y quizá de buena serte!
Comprando el tiquete de vuelta a Bielefeld me atendió un Belga muy amable que, hablando español, me permitió viajar en primera clase por el mismo precio, solo por ser Colombiano. Buena suerte? Mala suerte? Quien sabe...